P. Eduardo Lozano
ME HE PROPUESTO CON FIRMEZA no dudar en lo más mínimo de mi poder de convocatoria (muy pequeño, por cierto) y entonces hacer un llamado universal a todos los que se precien de ser periodistas, aunque no hablen español, aunque no lean lo que escribo, aunque les paguen por hacer lo que hacen y aunque sin hacer nada de todos modos les paguen, aunque sean periodistas digitales, u ocasionales, o estandarizados, o partidistas, o amarillistas –inclusive-, aunque no vayan más allá del copiar/pegar, y aunque haya otros “aunques”; y el llamado que quiero hacer es sencillo y simple… TAL VEZ YA SE DECEPCIONA más de uno, porque habituados –como muchos estamos- a las complicaciones y justificaciones innecesarias, al boato y circunspecciones excesivas, pues lo sencillo y simple le parecerá superfluo y carente de interés, sin digno de crédito y menos de mención, casi ni para qué perder el tiempo… COMO BUEN PREÁMBULO entiendo que todo periodista está para comunicar, para dar a conocer información y/o hechos que se generan y son de interés público, para generar o motivar una opinión, para ilustrar, analizar, criticar, divulgar datos y acontecimientos en beneficio de la sociedad; sé también que hay periodistas culturales, deportivos, políticos, religiosos, científicos, y hasta faranduleros –tanto de los serios como de los que no lo son-… Y PARA NO GENERAR morbo y entonces demeritar mi convocatoria, pues la digo sin más y acompañada por tres signos de admiración: ¡Periodistas del Mundo!, comuniquen y sirvan a la Verdad, a la Paz y la Concordia; ¡Periodistas de hoy y mañana!, difundan y orienten hacia el Respeto y el Bien, hacia la Justicia y la Honestidad; ¡Periodistas auténticos y cabales!, manténganse en la Libertad, en el Orden, en el Mejor Servicio, Amén… ¡AH, CARAMBA!, VEO QUE mi convocatoria acabó como una plegaria y ni pesar me causa, antes bien me siento con la satisfacción de quien está cumpliendo su deber con religioso celo y humano civismo, como quien tienen la satisfacción de haber comido y ahora puede decir “¡Salud!” con la copa en alto y los ideales más altos aún… Y EN CONTRAPARTE a mi convocatoria, también les pediré a los que pretenden tener la condición de periodistas y no pasan de ser merolicos repetidores de calamidades y desgracias que mejor se dediquen a otra cosa; exhortaré a los que anhelan ser periodistas pero que se venden (o se regalan) a intereses parciales y oscuros, que mejor tomen un curso de autoestima o algo semejante; invitaré a los que aún no logran un periodismo de excelencia y sólo llenan páginas, pantallas o altavoces con bagatelas, a que se esfuercen en alcanzar altura y así me animen y me den ejemplo de superación, que tanta falta me hace (tanto el ejemplo como la superación, que quede claro)… ES UNA PENA QUE HAYA quienes se dicen periodistas y solo azuzan y provocan enconos; es una tristeza que haya quien se dice periodista y lucra con verdades a medias y con mentiras a retazos; cuánto estorban los que se autonombran periodistas y no hacen más que ensanchar lodazales y estercoleros públicos de calumnias y difamaciones; ¡basta ya de lobos del periodismo disfrazados como mansas ovejas y que solo buscan esquilmar y dividir y llevar a la perdición a rebaños, a pastores, y a cuantos otros más se dejen engatusar con sus artilugios!… ME ESTOY ACORDANDO de algo muy sencillo y profundo que dijo Jesús y lo ha referido el evangelista San Mateo (5, 37); es una expresión que podría ser parte del ideal de todo periodista, reportero o comunicador, y que al mismo tiempo nos ayudaría en las relaciones interpersonales del día a día: Que cuando tú digas “si”, sea “si”, y cuando digas “no”, sea “no”, que lo demás viene del diablo… EL LLAMADO QUE HAGO a toditos-todos los periodistas del Universo incluye que no se amilanen ante la amenaza del dictador o la catástrofe social, a que no se ciñan máscaras baratas de populismos y modas, a que no se embarren de encuestas pretendiendo estar revestidos de la pura verdad, a que no se limiten a repetir rumores, a hacer eco de chismes, a alargar suspensos mórbidos, a enatolarse en tonterías mediáticas (bueno, eso de “enatolarse” no sé si exista, pero me suena como muuuuy espeso)… SIN MAYOR NI FALSA pretensión, desde este lugarcito quiero poner mi granito de arena a un periodismo positivamente crítico e imparcial, alegremente sincero y alentador, cordialmente constructivo y hasta divinamente interactivo, y para lograr tal objetivo en la siguiente “Noche Santa” –del 2 al 3 de Junio- le pediremos a Dios por nuestra Patria y las próximas elecciones, por nuestra Arquidiócesis y su tarea evangelizadora, por los periodistas y su misión de ser constructores de un mundo mejor y servidores de la verdad y la paz… Y SI NECESITAS MÁS información sobre “Noche Santa” pues llama al teléfono 5702 2402, ahí te dirán que en esta ocasión cada quien podrá llevar una campanita para las diversas dinámicas que haremos a lo largo de la noche, que esperamos sea una Noche tan enatolada como sabrosísima y lluviosa…
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