El enojo es una emoción normal y por lo general, saludable. No obstante, cuando perdemos el control de esta emoción y se vuelve destructiva, puede ocasionar muchos problemas en las relaciones familiares y en la calidad general de vida. Puede hacernos sentir a merced de una emoción impredecible y poderosa que no sabemos contener. El enojo es un verdadero problema cuando no se sabe reconocer, expresar y canalizar. Por eso tenemos que ayudar a nuestros hijos a manejarlo adecuadamente. Para ello sugerimos:
Dios nos creó seres con emociones, las cuales nos ayudan a darnos cuenta de lo que está pasando a nuestro alrededor. El enojo, en particular, muestra que hay un problema. Revela cosas que están mal y que nos hacen sentir mal. Algunas de estas cosas se encuentran dentro de nosotros y requieren que ajustemos nuestras expectativas. Otros problemas están fuera de nuestro control y necesitan ser tratados de manera constructiva.
Los niños no saben reconocer el enojo (y nosotros los adultos tampoco); muchas veces hacen un teatro antes de darse cuenta de que se sienten enojados. Enseñarles a identificar las señales físicas previas, como cuerpo tenso y mandíbula apretada, los ayuda a estar más conscientes de sus sentimientos.
Enseñar a nuestros hijos con el ejemplo a tomar unos minutos para calmarse, a separarse de la situación que está siendo difícil y estar a solas unos minutos.
Leer: Escuela para Padres: No pidas a tus hijos lo que no has enseñado
En su mensaje de intención de oraciones para abril de 2025, el Papa Francisco pide…
Descarga gratis el Misal Mensual en PDF de Abril 2025, un libro litúrgico que te…
Para restaurar una obra de Arte Sacro se sigue un proceso específico que realiza un…
Nos enfocamos tanto en nuestras propias batallas que olvidamos que todos nos encontramos librando luchas,…
Haz, Señor, que yo crea de modo que, creyendo te ame, y no te diga:…
La palabra "papa" tiene tres posibles orígenes: uno griego, otro derivado de un acrónimo y…
Esta web usa cookies.