La convicción de que Dios y la fe deben estar presentes en todas las facetas de la vida, incluso en la diversión y el entretenimiento, llevó a Pedro Durán a crear un juego de mesa que muy pronto se convirtió en una empresa con varios productos y una fuerte proyección hacia el futuro.
“Hace tiempo escuché una conferencia en la que el ponente decía que Cristo tenía que estar en todos los ambientes: en la sociedad, en la escuela, en la música e incluso en los juegos. Cuando dijo ‘en los juegos’, para mí tuvo mucho sentido, y es que casi no hay juegos de mesa religiosos”.
“Más tarde, mientras daba una plática para niños con el tema de la Virgen de Guadalupe hicimos una dinámica que resultó muy divertida, que les gustó mucho, y ahí nos dimos cuenta de que la idea podía funcionar. Hicimos un demo, comenzamos a repartirlo, confirmamos que la gente se interesaba y así comenzó todo”, dijo en entrevista con Desde la fe.
La vida de Pedro Durán siempre ha estado estrechamente ligada a la fe católica y esa experiencia personal le ayudó a darse cuenta de que el área de entretenimiento familiar era un nicho poco explorado.
“Pronto nos dimos cuenta de que, si bien, hay libros y hay películas, prácticamente no hay recursos didácticos para toda la familia”.
El primer juego fue un pequeño maratón de apenas 200 preguntas dirigido a los niños; sin embargo, el primer problema que enfrentaron fue caer en cuenta de que, con este enfoque, el papá o la mamá siempre ganaban.
“Los juegos de mesa siempre se juegan en familia. Entonces decidimos realizar algo integral, que garantizara que toda la familia se divirtiera, pero que no tuviera que ganar forzosamente el adulto”.
Ahora, esa primera experiencia se ha convertido en St. Thomas, una empresa dedicada a la creación de juegos de mesa católicos, que incluye un Turista Cristero, un Memorama de los Grandes Milagros y otro más de valores y colores, inspirado en UNO.
Para ello, Durán y sus aliados se han apoyado en seminaristas, profesores, catequistas y diseñadores. “Sus críticas nos ayudaron a perfeccionar y mantener una línea de mejora constante”.
Sus productos principales son el turista y el maratón; sin embargo, el director de St. Thomas tiene un especial cariño por el memorama, que le ayudó a descubrir algunas de las grandes obras de Nuestro Señor.
“Quizá no es nuestra carta fuerte, pero está muy padre saber la cantidad y la calidad de los milagros que Dios nos da”, finalizó.
Sus productos pueden encontrarse en su sitio y en Mercado Libre
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