Las frases “échale ganas”, “levántate”, “valora todo lo que tienes”, pese a ser bienintencionadas, no ayudan cuando algún miembro de la familia padece depresión.
Esta enfermedad es un problema de salud pública, de hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que actualmente afecta a más de 300 millones de personas en el mundo.
Se convierte en algo grave cuando se ignoran los síntomas y no hay un diagnóstico adecuado, explica Verónica García Maldonado, psiquiatra, psicoterapeuta y asesora de Cenyeliztli.
“La depresión es un trastorno que tiene síntomas de tipo emocional: estados de ánimo fluctuantes, tristeza, llanto. Físico: fatiga, dolor muscular, trastornos digestivos, entre otros. Y cognitivo: bajo rendimiento escolar o laboral, baja autoestima, ansiedad, entre otros”, detalla.
De acuerdo con la especialista, el origen del padecimiento proviene de varios factores: disposición genética, eventos estresantes en la vida que nos hacen dudar sobre nuestra seguridad física o emocional e incluso desequilibrios en la neuroquímica cerebral. Por ello, el tratamiento es farmacológico y con psicoterapia.
“La depresión no es tristeza, desánimo o falta de energía, tiene impacto físico y cognitivo y genera consecuencias en el entorno social y familiar”, señala la especialista.
Para ella, es común que las personas ante este padecimiento digan frases alentadoras al enfermo, pero eso sólo no ayuda. “Lo conveniente es ofrecer nuestro apoyo, acompañarlo al médico e informarse acerca de la enfermedad” para que nuestro trato y la manera en que nos comunicamos con ellos sea empática.
Destaca que, ante un caso de depresión en la familia, lo conveniente es también pedir asesoría y acompañamiento de un especialista que atienda a todos los integrantes, para aprender a superar juntos el padecimiento.
García Maldonado manifiesta que cuando esta enfermedad afecta a la madre o al padre, es necesario explicarlo a los niños de una forma simple.
“Seguramente ellos pueden interpretar los síntomas como falta de amor o desinterés de los padres. Hay que explicarles que la depresión es como la gripa, que tiene ciertos síntomas y que a cualquier persona puede darle, incluso a mamá o papá, que se necesita de medicinas y cuidados para sanarse”, detalla la especialista.
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