En la experiencia de acompañar a las personas, me encuentro siempre a los que están batallando con los celos emocionales. En las relaciones convencionales, se refiere a las personas bien casadas, a veces hay entre los esposos uno que está engañando al otro.
Muchas personas están metidas en cierta relación abierta, por elección deliberadamente o por circunstancias socio-psicológicas. En éstas se encuentran casos de las personas que tienen compromisos convencionales; quiere decir que están casados y ambos tienen consciencia de su situación y aceptan vivir como amantes.
En ambos casos, cuando el acercamiento se vuelve íntimo, se despierta el sentimiento de apropiación del otro y por ende se manifiesta el sentimiento de celos emocionales, que llevan a los amados a encontrarse en una situación que impone impredecibilidad, estrés, inestabilidad, perturbación e inseguridad emocional.
La imprudencia monumental en cada relación emocional es darse permiso a sí mismo, o a su amado, la libertad de poder buscar otras relaciones fuera de la establecida. Es una situación que se convierte en una dura experiencia, que uno mismo puede proponerse en su existencia. Entendiendo esta realidad, la situación del celo emocional no es un asombro sino más bien algo previsible.
En este artículo se pretende ayudar a toda persona que padece de celo emocional a entenderlo.
Pero no se puede comprender una anomalía sin conocer sus principios y sus alcances, aspecto que no se puede controlar sin un diagnóstico serio para descubrir las causas y los efectos de este fenómeno. Los celos emocionales afectan la tranquilidad de la persona y provoca sentimientos encontrados hacia la persona amada y el supuesto intruso.
Por eso, he investigado sobre este tema del cual muchos han escrito y hablan de los síntomas, manifestaciones, efectos y reacciones. Siendo un sentimiento complejo el celo emocional, si no se identifica su causa principal, se complica darle una terapia remediadora.
Entonces con las reflexiones que se tienen de los matrimonios que se acompañan, se hace necesario escribir un artículo sobre el celo emocional. Por eso, tras la investigación sobre este tema, descubrí el agente vector de este sentimiento. Y ¿Quién es este agente vector? Es la “ilusión óptica”.
Aquí se tiene que entender que el celo emocional tiene una manifestación engañosa. El que es la causa no lo padece y parece bueno. La víctima, la persona en que se activa este sentimiento parece la mala e inoportuna. El objetivo de diagnosticar y dar una terapia es hacer más fácil desmitificar, enfrentar, dominar y erradicar el sentimiento que padece la víctima.
Por eso, no ignoramos que el celo se manifiesta en muchos ámbitos de la vida y de formas variadas. Pero aquí hablaremos únicamente del celo emocional en la relación de los esposos o novios.
Por esta razón usamos la palabra celo en singular, para no tocar el foro interior de los acompañantes, ni reportar en este estudio ninguna anécdota, ni experiencias personales. Cuando en una parte se habla de pareja, se hace referencia a la relación de un hombre y una mujer.
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La intención es ayudar a identificar el agente causante de celo, dar orientaciones sencillas, fáciles de implementar y sanar la relación emocional para restablecer la convivencia armónica en un hogar.
Esta identificación y estas orientaciones ayudan a despertar la conciencia de la responsabilidad de ambas partes de cuidar la relación emocional y de valorar al otro como lo más precioso que uno tiene. Obviamente que todas estas orientaciones se vuelven una herramienta para aprender a manejar el celo cuando aparezca en una relación.
Este estudio está dividido en tres partes:
Después de toda la investigación sobre la apariencia engañosa del sentimiento del celo, en identificar al sujeto verdadero que incita a despertar este sentimiento, el cual se puede determinar como agente vector, se explora sobre la ilusión óptica.
Con este concepto se hace referencia sobre el hecho que el sujeto causante de celo emocional parece como el inocente, el bueno y el molestado; y la víctima que es quien concretamente padece de celo sale como la mala de la película, la víctima es vista como mal pensada, exagerada, chocante, problemática o conflictiva.
Por esa razón, para sanar esta afección se necesita quitar el equívoco, por ello se tiene que identificar la autenticidad del sentimiento emocional. Si la persona está extrapolando o hay en realidad, una causa como prueba material que le está moviendo.
En un primer caso, la persona se equivoca en su percepción, proyectando que su amado le está engañando, pero en realidad no pasa nada. En esta situación se le tiene que ayudar a detener estos pensamientos. Hecho que no se logra fácilmente. Cuando la censura está muy alta, las emociones son más fuertes y la razón no las puede controlar. Así la persona se vuelve incapaz de superar sus sentimientos.
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En este caso es indispensable que busque ayuda, de preferencia profesional, para que desde un análisis racional y una orientación terapéutica, se capacite a la persona para que pueda recuperar el control de sus emociones y domine sus sentimientos.
En un segundo caso, de la infidelidad efectiva, un casado que engaña a su esposa con otra mujer o viceversa. Aquí el sentimiento de celos emocionales es auténtico, quiere decir tiene una causa y una razón de ser. Cuando ya se determina con una prueba material, se tiene que trabajar para despertar la conciencia de la persona sobre su realidad.
El primer paso es ayudar a la persona a lograr un planteamiento positivo, valorando y asumiendo que está haciendo daño a lo más precioso que tiene. De esta manera está perjudicando la armonía que pudiera existir en su relación y provocando su destrucción.
Pero cuando la persona está enamorada por la pasión emocional, se le inhibe la inteligencia porque los sentimientos dominan a la persona a tal punto que ya no entiende la razón. Por consiguiente, hay riesgo que la persona pierda todo, la amada, la relación y sus prerrogativas.
Por eso cuando eso suceda, no se tiene que pensar dos veces. Como dice el eslogan: si persisten las molestias, consulte a su médico. Igual en el mundo emocional, si no puedes resolver tu problema, busca ayuda profesional.
Cuando los amados ya se han tomado la medida, se pierde la capacidad de dialogar. Por esta razón es necesario que el terapeuta reanude y haga fluir la comunicación asertiva superando el miedo inconsciente que domina a ambas partes.
Este acompañamiento libera a las personas para que expresen lo que piensan, argumenten sus opiniones, hagan valorar sus derechos y lleguen a actuar pacíficamente de manera permanente. Este resultado ayuda a diagnosticar las causas del conflicto, levantar los efectos de la ilusión óptica de los celos emocIonales, ubicar a las personas en su realidad y disipar dudas y suspicacias.
Cuando se ha podido identificar la responsabilidad del patrón de comportamiento causante del celo emocional, la ilusión óptica como agente vector del celo, se tiene que trabajar para despertar la conciencia de la persona sobre los efectos de su conducta. La ayuda debe lograr que la persona haga una opción fundamental de salvar lo que está dañando y de recuperar lo que se está perdiendo.
Esta toma de conciencia se tiene que materializar, desarrollando una fuerza de voluntad que lleva a una decisión radical de dejar la doble vida. Esta terapia se da al agente provocador.
En cuanto a la persona celosa, se le tiene que mostrar que está en la verdad, no se equivoca con sus sentimientos y que está sana psicológicamente.
La terapia se orienta en ayudar al otro en su proceso de enderezar su patrón de comportamiento. Se debe confiar que si es una decisión radical, es posible que el otro ya no vuelva a lo mismo. Por eso se tiene que trabajar para que la ira, el enojo y el odio no la lleven a actuar buscando pagar al otro con la misma moneda.
Así, este entrenamiento asertivo nos puede llevar a alcanzar la finalidad de este estudio. Que se logre sanar y salvar la relación emocional interpersonal afectada por la infidelidad. Un remedio que se manifiesta por recobrar la amistad, que restaura los lazos de confianza y de entrega mutua.
Por lo tanto, las personas que padecieron los celos emocionales pueden volver a tener una visión de la vida en conjunto y volver a entregarse mutuamente el uno al otro y desvivirse por el bien y la felicidad mutua.
REFERENCIAS
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