En Salamanca, Guanajuato, el Templo de San Agustín deslumbra con sus retablos, que fueron considerados los más monumentales del mundo.
Además de generar beneficios económicos y culturales para las comunidades, este turismo es oportunidad de evangelización.
A pesar de los vaivenes sociales o económicos, este segmento del turismo sigue creciendo.