Diariamente escuchamos cosas que nos preocupan, asustan o atormentan; hagamos también espacio en nuestro día para Dios, quien nos edifica.
Las jaculatorias son como un suspiro de amor dirigido a Dios, como cuando se miran dos enamorados.
Una jaculatoria es una oración muy breve que se lanza en una sola emisión de aire.