Dios es el único que puede hacer posible que nuestro ambiente político cambie, pero necesita de políticos dispuestos a cambiar…
Miles de personas marcharon a favor de la vida en la Ciudad de México.
A nadie se le puede permitir destruir la obra justa de su semejante.
¡Qué difícil es ser un buen político! Hay que escuchar a muchas personas antes de tomar decisiones.