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CULTURA/EN ALIA
EN CAMINO Por JAIME SEPTIÉN*
Contra la política del avestruz
La carta que escribió el Papa Francisco al cardenal de Mu- nich-Freising, Reinhard Marx, negando su renuncia por mo-
tivo de los abusos sexuales que enfrenta la Iglesia en Alemania, no tiene pierde. Es una guía para todos los que quieren meter el polvo debajo de la alfombra y “no ensuciar” a la Iglesia.
El coraje cristiano, dice el Papa, “no teme la cruz, no teme anonadarse delante la tremenda realidad del pecado”. Hay que reconocer que “toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis. La política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nues- tra fe pascual”.
Y agrega: “Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fecundo porque de una crisis no se sale solo sino en comunidad y además de- bemos tener en cuenta que de una crisis se sale o mejor o peor, pero nunca igual”. Los abusos sexuales y el modo en que los enfrentó la Iglesia “hace poco tiempo” son una “catástrofe” de la cual tenemos que hacernos cargo. “No se puede permanecer indiferente delante de este crimen”.
Aunque no hayamos participado en esos crímenes, hay que decir “mea culpa”; asumir la realidad como hermanos, sean cuales sean las consecuencias. “A nada nos lleva sepultar el pasado”. No exclamar “él pecó”, sino “hemos pecado”.
Periodista y director del periódico católico El Observador de la actualidad.
NZA CON
ENTREVISTA AL DOCTOR JOSÉ MARÍA SIMÓN CASTELLVÍ
Hay que combinar mejor los
esfuerzos de salud en el mundo
Por El Observador / Redacción @observacatholic
El doctor José María Simón Castell- ví es oftalmólogo. Es presidente emérito de la Federación Internacio- nal de Asociaciones Médicas Católi- cas (FIAMC) y durante la pandemia ha sido el encargado de coordinar los trabajos y las aportaciones del Grupo Covid-19 de los médicos católicos en todo el mundo.
¿Qué perspectivas se abren después de que hemos experimentado la po- sibilidad de enfrentar en conjunto una crisis como ésta?
En los países desarrollados las perspec- tivas son buenas ya que las vacunas se han demostrado seguras y eficaces. La vida social y económica se va normali- zando. Me pregunto, sin embargo, si después de esta “prueba” somos mejo- res personas y confiamos más en la Pro- videncia de Dios y en las responsabilidades que Él nos asigna para que utilicemos sabiamente nuestra li- bertad. Por otra parte, en buena parte del mundo la pandemia aún no remite y sigue causando enormes sufrimientos.
¿Las vacunas contra la Covid, son coherentes con los principios de una vacuna: eficacia, seguridad y ética? A grandes rasgos, se puede decir que sí, las vacunas aprobadas en occi- dente son eficaces, seguras y éticas. Como es natural, me gustaría que hubiera farmacéuticas cien por cien éticas y que no se hubieran utilizado en ningún caso (ni en la investigación previa ni en el desarrollo posterior) líneas celulares procedentes de fetos provocadamente abortados. La cola- boración con el mal, aunque sea re- mota y solo material, si se puede se debería evitar. A veces, esto es impo- sible. Vivimos en un mundo con mal y bien tan entrelazados que no es fácil separar el trigo de la cizaña.
¿Podría establecerse tras la pande- mia un mecanismo internacional unidos para futuras amenazas a la salud humana?
Esta pandemia, que ha pillado a la hu- manidad algo desprevenida ya que amenazas anteriores (gripes animales, ébola, etcétera) no fueron globales, debería servir para combinar mejor los esfuerzos internacionales en favor de la salud y de la economía que sirve a todas las personas.
20 20 de junio de 2021 desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial www.desdelafe.mx
Foto: Marcos Cola en Pixabay