Page 18 - Impreso
P. 18

/
COMPRENSIÓN DEL EVANGELIO
   EHasta los demonios se someten en Tu nombre
n aquel tiempo, designó el Señor otros seten- curen a los enfermos que haya en ella, y díganles: ‘El reino ta y dos, y los mandó delante de Él, de dos en de Dios ha llegado a ustedes’. Pero si entran en una ciudad y dos, a todos los pueblos y lugares adonde pen- no los reciben, saliendo a sus plazas, digan: ‘Hasta el polvo saba ir Él. Y les decía: “La mies es abundante y de su ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudi- los obreros pocos; rueguen, pues, al dueño de mos sobre ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de
la mies que envíe obreros a su mies. ¡Pónganse en camino! Dios ha llegado’. Les digo que aquel día será más llevadero
Miren que los envío como corderos en medio de lobos. No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saluden a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan primero: ‘Paz a esta casa’. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos su paz; si no, volverá a ustedes. Quédense en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No anden cambiando de casa en casa. Si entran en una ciudad y los reciben, coman lo que les pongan,
para Sodoma que para esa ciudad”. Los setenta y dos volvie- ron con alegría diciendo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. Él les dijo: “Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Miren: les he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada les hará daño alguno. Sin embargo, no estén alegres porque se les someten los espíritus; estén alegres porque su nombres están inscritos en el cielo”. (Lc 10,1-12.17-20)
       COMENTARIO
Por P. JULIÁN LÓPEZ AMOZURRUTIA
Sus nombres están escritos en el cielo
@desdelafemx
Y a ese júbilo final se refieren las pala- bras finales de Jesús. Los pequeños avan- ces en la tierra, que en realidad siguen pareciendo poca cosa considerando el vastísimo horizonte de la humanidad, tie- nen una repercusión en la vida eterna. En el cielo. Sus nombres están escritos en el cielo. Así como es en el nombre de Jesús que se realiza la misión, así son los nom- bres de quienes son de Jesús los que que- dan inscritos en el cielo. Los nombres, es decir, la fuerza de la presencia y la refe- rencia elocuente de los mismos que han actuado. Ningún nombre se borra en la memoria del cielo. Asociados a su Señor, los nombres de los discípulos fieles tienen garantizada una alegría que ahora ni si- quiera imaginamos.
        S an Lucas nos presenta en su Evangelio otra misión. No sólo los Doce son enviados: también otros setenta y dos discípulos. Ondas expansivas, que difunden la buena noticia y preparan la llegada de Jesús. La salvación dispuesta por Dios es una tarea que nos involucra, en la que vamos que- dando incorporados poco a poco. Lo que preparamos siempre es su presencia. Por- que el contenido del Reino es Jesús. Y Él mismo es quien dicta las condiciones de la labor. Pero esto no quita el valor propio de la colaboración. Es Él quien envía. Más aún, nos indica que roguemos al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus cam- pos. De alguna manera, nosotros mismos somos el fruto de su oración al Padre. Antes de encaminarnos a cumplir la encomienda, se nos introduce en el misterio de la súplica que el corazón humano de Jesús puede lanzar a su Padre celestial. La pequeñez
del recurso no obsta para que se garantice la certeza del éxito.
La incorporación en la labor, con todo, no se queda en la oración y el compromiso. Sus frutos son participados por quien ha traba- jado. La alegría del Reino se vive ya en los pequeños signos de los enviados. Hasta los demonios se les someten en el nombre del Señor. Participar es ya motivo de alegría. Y la satisfacción ante el logro, que desborda en su significado lo que se percibe a primera vista, alcanza al mismo Jesús. También Él se regocija por los méritos de sus enviados. Cunde, en efecto, el Evangelio, haciendo re- sonar en el cielo el júbilo de la salvación.
“De alguna manera nosotros somos
el fruto de la oración de Jesús al Padre.”
  18 3 de julio de 2022 desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial www.desdelafe.mx

















































































   16   17   18   19   20