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/ OPINIÓN OPINIÓN
Por SARAHI ELVIRA FRANCO Coordinadora Operativa Fundación Cáritas
para el Bienestar del Adulto Mayor I.A.P.
La belleza está en los ojos de quien la mira
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           EXPLICAR O DESCRIBIR el concepto de be- lleza no es tan sencillo como parece, sobre todo si es necesario decidir si una persona es bella o no; algunos pensarían que la hace bella su forma de ser, sus sentimien- tos, su manera de tratar a otros; sin em- bargo, en la actualidad se cree que la belleza va de la mano con la juventud. Basta un momento para analizar la manera en la que nos venden la ‘fuente de la ju- ventud’ para mantenernos bellos el mayor tiempo posible, cubriendo cualquier huella que el paso del tiempo pueda dejar en nuestro rostro o cabello. Intentamos cubrir,
disfrazar, retardar el envejecimiento como si el tiempo se detuviera, pero la realidad es que no existe tal ‘fuente de la eterna juventud’, y eso no es malo; al contrario, deberíamos aprender a darle al paso del tiempo el valor que se merece, abrazar nuestra edad y encontrar en cada etapa la belleza que trae con ella.
El Papa Francisco, en una catequesis reciente con motivo de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores -que la iglesia celebrará el 24 de julio- mencionó que actualmente “el mito de la juventud eterna es una obsesión” que desprecia la
etapa de la vejez. Como personas mayores debemos aceptar el paso del tiempo como un proceso natural, pero eso no significa que debemos abandonarnos; al contrario, es importante invertir en nuestra salud, en nuestra alimentación, en nuestra espiri- tualidad y en nuestras relaciones familiares para estar bien con nosotros mismos, sen- tirnos bien con la persona mayor en la que nos estamos convirtiendo.
Recordemos que nuestra esperanza de vida ha aumentado, así que pensemos en cómo es que queremos vivir y mirar la belleza de envejecer.
       PIÉNSALO DOS VECES
Por ALBERTO QUIROGA
          Escoger todo
CUENTAN QUE CUANDO Teresita era niña, Leonia, su hermana mayor, ofreció a Celina, su otra hermana, y a ella, los juguetes que ya no iba a usar.
Celina eligió solamente uno, pero Te- resita dijo: Yo lo escojo todo.
Ninguna de sus dos hermanas vio esto como un abuso, sino como aprovechar un ofrecimiento al máximo.
Ya mayor, Teresita mencionaba que este sencillo episodio le había ayudado siempre
a escoger lo mejor, en el sentido cristiano de la palabra. Ante la oportunidad de tener algo bueno, Teresita no se conformaba con menos.
Como a Teresita, a diario se nos ofrecen regalos. Todos los días está delante de no- sotros la decisión de ir por el mejor regalo: la Salvación y, con ello, la vida eterna en la presencia de Dios. Buscar menos nos llevará en algún momento a la insatisfacción.
Con el tiempo, Teresita llegó a ser Santa Teresita del Niño Jesús. Es ella quien nos comparte a través de sus escritos esta es- cena de su niñez que le llevó siempre a
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esforzarse para servir y vivir lo más ape- gada a la voluntad de Dios.
Nos platica ella que constantemente le rogaba a Dios por lo siguiente: “Dios mío, yo lo escojo todo. No quiero ser santa a medias, no me asusta sufrir por ti, sólo me asusta una cosa: conservar mi voluntad. Tómala, ¡pues yo escojo todo lo que Tú quieres...!”
Tomar solamente poco de los dones que se nos dan, o usarlos a medias, es conformarse con menos de lo que mere- cemos. Jesús pagó un precio por nuestra salvación, no abaratemos ese milagro bus- cando solamente los bienes terrenales.
   16 29 de mayo de 2022 desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial www.desdelafe.mx










































































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