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Alberto Mayagoitia nos cuen- ta cómo, desde hace 18 años, este impactante monólogo sigue tocando corazones.
Por Revista Encuentros revistaencuentros.com.mx
L leva dieciocho años y más de ochocientas representaciones en más de diez países la obra que inició por el ego de no
compartir los aplausos con nadie. Cuando Alberto cumplió 33 años de edad, decidió hacerse a sí mismo un regalo muy especial: grabar un disco de poemas. Estando en casa de un amigo aficionado a coleccionar discos, se encontró con “Mi Cristo Roto”, un audio que sin imaginarlo cambió su vida. Desde que lo vio supo que
haría algo grande. No tardó mucho tiempo en conseguir el libro original, y además, Mi Cristo Roto de casa en casa, y así creó el espectáculo que ha tocado a miles de espectadores.
“Empecé con Mi Cristo Roto por el puro ego de hacer una obra de un solo actor y no compartir los aplausos con nadie y el ego de artistas de decir ‘ya me llegó mi momento de hacer mi monólogo y llevar toda la responsabilidad de la producción y no pedirle ayuda a nadie’, casi casi como un enojo y un capricho.
Esa fue mi primera intención, pero cuan- do me di cuenta que estábamos tocando fibras muy importantes de su fe y de su forma de entenderse con los demás en- tonces el proyecto fue creciendo”.
Unos meses después el padre Juan Rivas, L.C. le dio la oportunidad de declamar una versión corta de Mi Cristo Roto en una feria católica y allí Mayagoitia comprobó que no era el mismo impacto del texto en vivo que
A través de este espectáculo pongo al servicio de Dios el talento que Él me dio.
ALBERTO MAYAGOITA ACTOR
solo declam/arlo en una grabación, así fue como se convir- tió no solo en una obra de teatro, sino en un espectáculo lleno de profundidad para el público.
El primer lugar donde se le dio la oportunidad de pre- sentar la obra en Mé- xico, fue en la Catedral gracias al P. José de Jesús Aguilar,
Al principio yo decía: soy actor, no predicador, yo quiero que me aplaudan. Una obra de teatro
al servicio de Dios
que en ese entonces era Sacristán Mayor de ese recinto. Ahí le asignaron El Altar del Per- dón, donde empezó a presentar la obra los viernes. Poco tiempo después la hacían llamar “La obra de la Catedral”. Lo que inició como una corta temporada, durante la Cua- resma del 2003, se convirtió en una gira internacional de dieciocho años.
Mi Cristo Roto ha tenido alcances ini- maginables por Alberto, por ‘dioscidencias’ y sin planearlo, la obra se fue convirtiendo en un proyecto con causa, ya que el dinero recaudado ha beneficiado a personas que requerían trasplantes, iglesias que nece- sitaban ser restauradas, etcétera.
La obra impacta a las nuevas genera- ciones que no conocieron el audio original, el cual fue grabado en los años sesenta. El espectáculo nos va regalando en cada diálogo lecciones llenas de sabiduría, es- peranza, perdón, solidaridad, amor. Des- cubrimos que estamos acostumbrados a ver la cruz, siendo inconscientes de su verdadero significado. Es una puesta en escena que nos hace reflexionar y al mismo tiempo hacer más llevadera la cruz que cargamos todos los días.
Continúa
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www.desdelafe.mx desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial 29 de mayo de 2022 15