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LAS 12 PROMESAS
En mayo de 1963, Jesús pidió a santa Margarita que diera a conocer 12 promesas para aquellas almas devotas a su Sagrado Corazón:
1. Les daré todas las gracias necesarias en su estado de vida.
2. Estableceré la paz en sus hogares.
3. Los consolaré en todas sus aflicciones.
4. Seré su refugio en su vida y sobre todo en la muerte.
5. Bendeciré grandemente todas sus empresas.
6. Los pecadores encontrarán en Mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
7. Las almas tibias crecerán en fervor.
8. Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfección.
9. Bendeciré el hogar o sitio donde esté expuesto Mi Corazón y sea honrado. 10. Daré a los sacerdotes el don de tocar los corazones más empedernidos.
11. Los que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en Mi Corazón.
12. Prometo en el exceso de la infinita misericordia de Mi Corazón, que Mi amor todopoderoso concederá a quienes comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán en desgracia ni sin recibir los Sacramentos. Mi Divino Corazón será su refugio seguro en el último momento.
Santa Margarita María Alacoque fue con- siderada como un modelo de conducta en su convento, aunque había quienes miraban con recelo sus experiencias místicas, lo que fue un primer obstáculo para que ella pu- diera hacer sus votos de profesión.
Le designaron un director espiritual, el jesuita san Claudio de la Colombiere, quien la ayudó en la difusión de la entonces nueva devoción. Una comisión teológica también apoyó las declaraciones de la mística. En la última etapa de su vida, fue designada maestra de novicias y asistente de la Su- periora, y pudo ver bastante difundida la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
La santa falleció a los 43 años de edad, el 17 de octubre de 1690, con 18 años de profesión religiosa. Sus restos mortales se encuentran en una capilla en la Basílica de Paray-le-Monial, en Francia. El Papa León XIII la proclamó venerable. El 18 de sep- tiembre de 1864, Pío IX la beatificó y Be- nedicto XV la canonizó en mayo de 1920.
Jesús reveló a sus videntes
su deseo de dar a conocer su Sagrado Corazón encendido de amor.
LOS NUEVE PRIMEROS VIERNES DE CADA MES Jesús reveló a santa Margarita María Ala- coque su deseo de dar a conocer su Sa- grado Corazón encen- dido de amor por la humanidad. Y prome- tió muchas gracias y bendiciones a quie- nes lo honraran con devoción cada primer viernes de mes, du- rante nueve meses seguidos, sin ninguna interrupción.
“Yo te prometo, en la excesiva miseri- cordia de mi Corazón, que Su amor om- nipotente concederá a todos aquellos que comulguen nueve primeros viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final: No morirán en desgracia mía, ni sin recibir sus Sacramentos, y mi Corazón Divino será su refugio en aquel último momento”, dijo Jesús a la santa.
Sin embargo, comulgar los nueve pri- meros viernes de mes no debe verse como una forma de condicionar la gracia de Dios; sino como una manera de responder a lo que Jesús pidió a la santa cuando le hizo ver cuánto lo hieren las ofensas, indiferen- cias e ingratitudes que recibe: “Al menos tú, ámame”, le dijo.
Es importante destacar que para realizar esta devoción hay que estar en estado de gracia, por lo que conviene confesarse, asistir a Misa y tener el propósito de honrar al Sagrado Corazón de Jesús, amarlo y darle gloria en reparación por todas las ofensas que recibe.
6 13 de junio de 2021
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