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UN CORAZÓN
PLENO DE
AMOR
¿Sabes qué es la devoción al Sagrado Corazón?
¿Qué significado tiene la imagen? ¿Qué promesas hizo Jesús a sus devotos?
Por Redacción DLF @desdelafemx
E l Sagrado Corazón es una de las devociones más conoci-
das en todo el mundo.
Hay referencias de esta devoción en el Nuevo Testamento – ‘Dios es testigo de que los quiero tiernamente a todos en el corazón de Cristo’, dice san Pablo-, sin embargo, no era tan conocida hasta que cuatro videntes afirmaron haber visto a Jesús y a su corazón encendido. Esas videntes fueron santa Lutgarda de Aywiéres, santa Matilde de Hackeborn, santa Gertrudis la Grande y santa Margarita María Alacoque, joven religiosa nacida en Francia, en el siglo XVII, y a quien más se
le relaciona con esta devoción.
La Iglesia celebra al Sagrado Corazón
ocho días después del jueves de Corpus Christi-; de manera que en este 2021, dicha celebración fue el viernes 11 de junio.
¿Pero quién fue esta santa y qué se sabe de las revelaciones que tuvo?
UNA ENAMORADA DEL SAGRADO CORAZÓN
Margarita nació en Verosvres, Francia, el 22 de julio de 1647, y fue bautizada 3 días
La Iglesia celebra al Sagrado Corazón de Jesús ocho días después del jueves de Corpus Christi. Este 2021 la celebración fue el viernes 11 de junio.
después. Sus padres fueron Claude Alaco- que y Philiberte Lamyn. Cuando quedó huérfana de padre, a finales de 1655, fue internada en una institución de las Herma- nas Clarisas.
En su juventud padeció una enfermedad que la inmovilizó durante 4 años, y final- mente ingresó a la Orden de las Visitación el 20 de junio de 1671.
LAS REVELACIONES
El 27 de diciembre de 1673, en la fiesta de san Juan Evangelista, dos años después de haber ingresado al convento, tuvo la pri- mera de sus visiones de Jesucristo, y se prolongaron durante dos años más, todos los viernes primeros de mes.
En 1675, en la Octava de Corpus Christi, el Señor se le manifestó por cuarta ocasión. Estaba con el corazón expuesto, que señaló con su mano, y exclamó: “He aquí el corazón que ha amado tanto a los hombres, que no se ha ahorrado nada, hasta extinguirse y consumarse para demostrarles su amor. Y en reconocimiento no recibo de la mayoría, sino ingratitud”.
El Señor manifestó su deseo de que se estableciera una fiesta litúrgica en honor a su Sagrado Corazón, lo que se consiguió de manera oficial hasta 1856 por el Papa Pío IX, cuando la devoción ya estaba bastante arraigada.