Page 8 - Impreso
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    Se hincó frente a Su Santidad, besó su anillo y le mostró un escapulario que traía en la mano para que se lo bendijera.
Por Vladimir Alcántara @desdelafemx
E n 1999, para celebrar el “En- cuentro de Generaciones” con Juan Pablo II, el Estadio Azteca fue blindado con tal número de elementos del Estado Mayor Presidencial, que prácticamente nada se movía fuera del programa sin consenti- miento de este cuerpo de seguridad. Todo estaba sumamente calculado, y por eso
esta historia es tan sorprendente.
Raúl Barrios, entonces director de ope- raciones del Azteca, relató alguna vez que al terminar aquel evento, se encontró con el hombre que había estado al frente de la seguridad, quien se veía preocupado, ca- bizbajo. “Capitán, ¿todo bien?” –le preguntó. “No -dijo éste-, un niño burló el cerco de
seguridad”. Pero, ¿quién era aquel niño? Su nombre es José Manuel Liu y, con- tando entonces con sólo 15 años, viajó de Guadalajara a la capital con un grupo de 50 jóvenes para ver al Papa. Él tenía el firme propósito de llegar hasta él y expre-
sarle su cariño.
“Lo estuve planeando por horas –co-
menta–. Nuestros boletos eran para la zona preferente, la más cercana a la cancha; ahí hay un canal que rodea, y sólo se conecta con el empastado por dos puentes que hay en un extremo, los cuales estaban vi- gilados por guardias. Esperé a que se des- cuidaran y me colé al pasto.
Desde ahí -cuenta-, estuvo mapeando esa zona, que estaba ocupada por gober- nadores, empresarios, personalidades y reporteros. “Cuando el Papa llegó, todos fuimos obligados a tomar nuestras sillas; al lado de cada fila había guardias cuidando que no nos levantáramos. Pero al final del encuentro se presentó la gran oportunidad:
“El Papa se levantó. Toda la prensa co- rrió hacia el frente. Los guardias voltearon hacia allá. En ese momento, escapulario en mano, enfilé desde atrás a toda
A SUS 15 AÑOS,BURLÓ LA SEGURIDAD
Y LLEGÓ AL PAPA
              Los espejos para despedirlo
Al término de su primera visita a nuestro país, el Papa Juan Pablo II fue despedido de una manera peculiar por el pueblo de México: miles de espejitos apuntaron su reflejo hacia el cielo para que el Pontífice pudiera ver desde el avión el cálido adiós que se le daba a su partida desde la ciudad de Monterrey. Pero, ¿cómo surgió la idea?
De acuerdo con el testimonio de algunos organizadores de aquella visita, en ese entonces, don Aurelio Pérez, colaborador de Televisa, el señor Jorge Martínez y Gómez del Campo, hombre
cercano al Nuncio Apostólico Girolamo Prigione, y el padre Juan Francisco López Félix, buscaban una idea para que la gente pudiera despedir al Papa.
En un principio la idea era que las personas ondearan pañuelos blancos al despegar el avión, después surgieron algunas otras opciones. Sin embargo, alguien propuso que, dado que el avión despegaría al mediodía, la despedida fuera apuntando espejitos al cielo.
Tal idea se difundió rápidamente por televisión y México se desbordó en ese acto, que se hizo tradición en las siguientes visitas del Papa Juan Pablo II, e incluso, fue copiada por otros países en sus respectivas visitas.
  velocidad, me colé por entre el tumulto de periodistas y llegué hasta las escaleras por donde iba a bajar el Papa. Me le hinqué, besé su anillo y le pedí me bendijera mi escapulario”.
José Manuel ya no pudo decirle más, pues se le quebró la voz y rompió en llanto de la emoción. “Luego me bajé, todavía con la adrenalina y el delirio de persecu- ción, pero nadie me siguió”.
 8 15 de mayo de 2022 desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial www.desdelafe.mx
Después de 22
años, José no olvida su hazaña.











































































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