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OPINIÓN
Por SARAHI ELVIRA FRANCO Coordinadora Operativa Fundación Cáritas
para el Bienestar del Adulto Mayor I.A.P.
La vejez tiene mirada de mujer
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que han cuidado de nosotros por tantos años. En camino a la II Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que la Iglesia celebrará el 25 de julio, la pregunta para reflexionar sería: ¿como familia apre- ciamos, agradecemos y reconocemos el trabajo y el tiempo que las mujeres ma- yores brindan a la familia?
Es importante tomar tiempo para no- sotras mismas, realizando acciones que nos satisfagan, que sumen cosas buenas a nuestro día a día, como aprender cosas nuevas, cuidar nuestra salud, participar en actividades que contribuyan al bienestar personal y comunitario.
El Papa Francisco, en su mensaje del 25 de julio de 2021, en la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores nos dice:
“Es necesario ponerse en marcha y, sobre todo, salir de uno mismo para em- prender algo nuevo.”
Sumemos vida a los años, disfrutemos, abracemos nuestra vejez, pero, sobre todo, aprendamos a pedir lo que necesitamos.
@desdelafemx
petición, sino exigencia. Me pregunto cuán- tas veces, sintiendo que me ahogo, viene Dios en mi ayuda y yo intento aferrarme a Él, pero no con la confianza de que me puede salvar sino temeroso de que me suelte, y es la misma desesperación la que impide que Él actúe.
Se dice que Dios aprieta, pero no ahorca, tal como lo hace un salvavidas. A veces no podemos ver claramente su acción, porque Dios, en su infinita inteligencia, tiene formas de actuar que no siempre entendemos. Tengamos fe, siempre acaba por salvarnos si nos dejamos llevar por Él.
ELTÍTULOPARECEDETELENOVELA, pero está sumamente apegado a la vida real. En la etapa de la vejez hay un mayor número de mujeres en relación con el número de hombres, y esto se debe a que las mujeres tenemos mayor esperanza de vida; es decir, vivimos más años, lo que nos lleva a vivir también un mayor número de años con varias desventajas.
Por ejemplo, muchas de las mujeres mayores han dedicado su vida al cuidado del hogar y la familia, lo que implica pre- parar alimentos, limpiar, mantener el pre- supuesto familiar, cuidar a los hijos, nietos y/o familiares que transitan por una
PIÉNSALO DOS VECES
enfermedad eventual o permanente. El punto delicado es que este servicio no es reconocido y mucho menos remunerado, y al pasar los años, las mujeres vamos en- vejeciendo y no obtendremos una jubila- ción que nos permita ¨retirarnos¨.
En uno de los cursos que actualmente brindamos a los Ministros Extraordinarios de la Eucaristía, abordamos el tema, y gra- tamente encontramos a una Ministra que compartió que ella y sus hermanos se pusieron de acuerdo para “retirar” a su mamá y brindarle una “pensión” mensual. Me da mucho gusto encontrar estas ini- ciativas que brindan un apoyo a las mujeres
Por ALBERTO QUIROGA
Como alguien que se ahoga
SI LLEGASTE A TENER EN ALGUNA OCASIÓN la desagradable experiencia de estar en una alberca o en el mar y sentir que te ahoga- bas, coincidirás conmigo en que es una situación muy desesperante. La ayuda la imploramos de donde sea, y contar con un salvavidas es lo ideal, pero uno de los peligros que tiene cualquier rescatista es que, al intentar sacar del agua a una per- sona que no sabe nadar, en su
desesperación se aferre a él de tal manera que le impida hacer su trabajo, hundién- dose ambos. Por eso, una de las recomen- daciones es que de preferencia aborden a la persona por la espalda, evitando incluso ser vistos y tomar del cuello o inclusive del pelo a quien se está ahogando y, una vez sujeto, tranquilizarlo.
Tal vez no en el agua, pero sí ante los problemas diarios, hemos sentido muchas veces que nos ahogamos ante las adver- sidades. Ante ello, los creyentes pedimos la ayuda divina, pero nuestra actitud no siempre es la correcta. Tal vez no es
16 1 de mayo de 2022 desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial www.desdelafe.mx