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Él es Don Armando Palafox
En Revista Encuentros rendimos homenaje
a un gran hombre católico.
Por Revista Encuentros revistaencuentros.com.mx
A rmando Palafox nació en San Luis Potosí un 19 de sep-
tiembre de 1925.
El más chico de una fa-
milia numerosa, ya habían sufrido la pér- dida de dos hijos, un hermano a los nueve años por tifoidea y una hermanita de me- ses que nació después de él; y cuando él tenía 3 años, su padre muere también. Ante este hecho, su madre, que no puede con la tristeza de estas pérdidas, se vienen a vivir a la Ciudad de México.
Toda la vida trabajó de la mano de su hermano Manuel y nunca desaprovecharon alguna oportunidad en el marco de un México en plena expansión. Poco a poco fueron formando el negocio. Disciplinado, constante y entusiasta.
“Comencé a trabajar con él cuando yo tenía 15 años. En ese entonces yo trabajaba durante el día y por las noches estudiaba contabilidad”.
En palabras de su hijo Francisco Palafox:
“Mi padre era un hombre muy paciente, y él quería a todos sus hijos por igual. Tenía muy poco apego a lo material y no le
Armando Palafox, co-fundador Aceites y Esencias
costaba trabajo ayudar, dar o compartir, tenía muy pocas cosas. Siempre estaba ayudando externamente, dando testimonio de generosidad.
Durante muchos años fue los domingos al reclusorio a visitar a los presos, llevarles comida, pláticas, de allí la anécdota chistosa de cuando preguntaban: “¿dónde está tu papá?” —“pues en la cárcel”.
Hace 30 años se fue de misiones a Gue- rrero, por Azozuca, y de allí se trajo a un ciego para que fuera atendido aquí en la ciudad.
Además se preocupaba por la gente que trabaja en la empresa. Decía: “hay que cui- dar a las personas, no podemos tener gente pobre en la empresa, eso no puede ser”.
Mi madre, gran mujer, lo acompañó e impulsó para que juntos tuvieran una ma- yor participación cristiana. Fue un hombre
EL DATO /
Sus consejos
Nunca perder la fe, y no sólo la fe en Dios, sino también la fe en sí mismo.
Conformarse con lo que vaya apareciendo la vida.
Darle el valor a la oportunidad, porque ese es el brinco que pueden dar al futuro.
Hay que ser generosos
y no ser pretenciosos.
con mucha salud. Después de los 90 años tuvo cáncer y cataratas, y esto lo puso a prueba, pero con su fe y confianza, los su- peró. Justo el año pasado, el 12 de diciem- bre, se consagró la empresa al Sagrado Corazón de Jesús y él estaba muy contento porque era muy devoto y muy mariano.
Reconocía que no era perfecto y por eso se esforzaba a ser mejor pero no en el perfeccionismo, sino en la confianza de ir de la mano de Dios.
No se apropiaba de las cosas, porque creía que todo lo que tenía era dado por Dios. Fue un hombre muy agradecido y humilde”.
Continúa
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desdelafemx desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial 13 de marzo de 2022 11 ES GRATIS