Page 5 - Impreso
P. 5

    ¿creció?, ¿me acerqué más a Él?, ¿me fui alejando?, ¿o Él y yo vamos en caminos pa- ralelos que nunca van a encontrarse? ¿Cómo fue mi relación con quienes me rodean?, ¿creció mi intolerancia, mi irritabilidad, mi capacidad para la ira y el rencor?, ¿o aprendí a comprender, a perdonar, a convivir, a amar? Y ¿qué descubrí en mí?, ¿a qué le temo?, ¿a qué me apego?, ¿qué me aterra perder o padecer? y ¿a qué se debe?
Y a partir de lo que gozosa o apenada- mente reconozcamos, pidamos a Dios luz y fuerza para afianzar lo bueno y corregir lo malo.
Lo que hemos vivido en estos dos años
ORA CIÓN
PARA LOGRAR LOS PROPÓSITOS
Padre misericordioso,
sabemos bien que nuestro propósito fundamental debe ser buscar Tu Reino y su justicia.
Por eso, ponemos en Tus
manos todos nuestros proyectos personales
y familiares, para que los integres en el proyecto del Reino y así contribuyamos con nuestro esfuerzo a la edificación de un mundo que se acerque a lo que Tú quieres para nosotros.
Que nuestros propósitos
armonicen con los Tuyos y así te demos gloria. Danos la fuerza,
la perseverancia
y la inteligencia para llevar a cabo nuestros proyectos, sabiendo que el fruto
será obra tuya.
Te lo pedimos
en el nombre de Tu Hijo Jesús.
Amén.
de pandemia es algo que necesariamente tiene que movernos a ajustar nuestras prio- ridades, y de acuerdo a éstas, hacer nuestros propósitos para este 2022, descartando toda frivolidad y enfocándonos en lo que real- mente cuenta: encaminarnos y encaminar a otros hacia la santidad, mediante nuestra relación con Dios y nuestros seres queridos, y la manera como empleamos el tiempo, nuestros bienes y talentos.
No sabemos si estaremos aquí para cum- plir lo que nos propongamos, sólo Dios lo sabe. Lo que nos toca es hacer propósitos buenos y concretos, y ponerlos en Sus manos.
 www.desdelafe.mx desdelafemx
desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial 9 de enero de 2022 5
OPINIÓN
Por Alejandra Ma. Sosa Elízaga*
Las buenas intenciones y el infierno
De buenas in- tenciones está lleno el infier- no”, dice un re- frán. Sorprende
oír esto porque en el catecismo se nos enseñó que, a diferencia del mundo, que sólo valora los resultados, y entre más apanta- lladores, mejor, para Dios cuenta nuestra intención porque mira el interior de nuestro corazón. Y si hacemos algo con buena inten- ción, y resulta mal, no hay pro- blema, pues Dios aprecia el bien que quisimos hacer.
Incluso aprendimos que si te- nemos la firme intención de hacer algo bueno, pero no pudimos, Dios toma en consideración nuestra intención.
Entonces, ¿a qué se refiere el dicho antes mencionado? A esas intenciones vagas, blandengues, que se dicen de dientes para afuera sin el más mínimo propósito o empeño de cumplirlas. ‘Debería dejar de criticar’, ‘un día debería dejar de fumar’, ‘ya no debería to- mar tanto’, ‘debería leer la Biblia’, ‘debería orar’, ‘debería arreglar ese tiradero’, ‘debería ayudar a los pobres’.
Los que hacen este tipo de in- tenciones se parecen al que dice: ‘-El próximo año otra vez quiero
ir a la playa.
-¿Fuiste este año?
-No, pero también quise ir.’
          Escritora y artista católica.

































































   3   4   5   6   7