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Dios está más cerca de lo que te imaginas, y la vida de este beato mexicano es un claro ejemplo de ello.
Por P. Humberto Pro @desdelafemx
¿ Dios está lejos?
Ni lo pienses. Lo que pasa es que
como no lo vemos esa es la im-
presión que tenemos. Muchas veces es más fácil descubrir cómo se metió en la vida de una persona y cómo la fue llevando de la mano, cuando leemos las vidas de los santos. Te cuento tres historias del Padre Pro que ejemplifican cómo Dios sí está cerca; él era un minero alegre con la chispa de un payaso que murió como nuestro Señor, en la Cruz.
LOS RESIDUOS ARDIENTES DE FUNDICIÓN
Un día salió a pasear y caminaba sobre unas vías que sacaban de la fundición los residuos ardientes del metal; de pronto, metió el pie entre dos rieles, y por más esfuerzos que hacía no podía sacarlo; en eso vio venir una de esas vagonetas car- gadas de material incandescente (te podrás imaginar la angustia). Instantáneamente recurrió a la Virgen María y le prometió diversos obsequios de lo que más le podía costar; la Virgen lo escuchó, porque rápi- damente pudo sacar el pie del zapato, de- jándolo entre los rieles.
Este suceso está ligado con otro para- lelo: un día regresaba con su hermana mayor del teatro. Su papá les había orde- nado que nunca se acercaran a las vago- netas que sacaban los residuos de la fundición... De pronto, vieron venir una de aquellas vagonetas, Miguel, obedeciendo la orden, se alejó inmediatamente junto con su hermana, y justo cuando el vagón pasaba por el sitio que acababan de aban- donar, se volcó porque el conductor iba dormitando. El motorista intentó enderezar el cazo que se inclinaba, pero perdió pisada y cayó en aquel lago de fuego; Miguel se lanzó a salvarlo, pero no pudo hacer nada. El cuerpo quedó carbonizado. Miguel co- mentó a su hermana: “¡Si no hubiéramos
El Padre Pro fue duramente criticado por negarse a participar en una corrida de toros; al final, supo que había sido la mejor decisión.
obedecido, nosotros también habríamos muerto carbonizados!”
Aunque parecen sucesos aislados y que se pierden en el pasado, de uno sacó Miguel más devoción hacia la Virgen, y del otro la importancia de la obediencia. Puntos muy necesarios para seguir a nuestro Señor.
¡LAS FIESTAS NO SON TODO!
Tuvo lugar un festival que incluía una co- rrida de toros con la posibilidad de que torearan los aficionados. Algunos amigos comprometieron a Miguel para torear, pero llegado el momento, sus hermanas, en nombre de la autoridad paterna, se lo pro- hibieron. Miguel se retorcía ante la ver- güenza de faltar a su compromiso, pero al final cedió a la petición de sus hermanas. Te podrás imaginar cómo lo trataron sus amigos ante la negativa... En esa corrida uno de los toros hirió a un muchacho gravemente.
Por la noche fue al baile; de regreso a su hospedaje, caminando por la calle, se detuvo y, mirando el cielo estrellado, co- mentó: ¿Y qué ha quedado de todo? Nada, nada... Y ¿qué será del futuro? ¡Está en ma- nos de mi Padre Dios!
Más o menos desde aquellas fechas, empezó a experimentar, cada vez con más hondura, cierto hastío por las diversiones
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21 de noviembre de 2021 5