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L’OSSERVATORE ROMANO
Sólo soy un pecador que intenta hacer el bien
domingo 12 de septiembre de 2021
  VIENE DE LA PÁGINA 5
progresa más. Ahora, es un problema mun- dial y grave. Yo me pregunto a veces cómo ciertos gobiernos permiten la producción de pedopornografía. Que no digan que no se sa- be. Hoy en día con los servicios de inteligen- cia se sabe todo. Un gobierno sabe quién en su país produce pedopornografía. Para mí es- ta es de las cosas más monstruosas que he vis- to.
Hace tiempo confesaba, Santidad, que hace unos años las cuestiones ecológicas no le interesaban nada. Ahora ha mudado Su Santidad porque es uno de los líderes mundiales que más hablan de este asunto, de los abusos cometidos contra la Tierra. ¿La opción ecológica le ha ge- nerado enemigos? ¿Estará usted en Glasgow para la COP26? Son dos preguntas en una.
Voy a hacer historia: [La V Conferencia Gene- ral del CELAM en] Aparecida creo que fue en el 2007 si no me equivoco. Se me pierden un po- co las fechas. En Aparecida yo oía que los obispos brasileños hablaban de conservar la naturaleza, el problema ecológico, la Amazo- nía... Insistían, insistían, insistían, y yo me preguntaba qué tenía que ver eso con la evan- gelización. Sentía yo eso. No tenía ni la más pálida idea. Estoy hablando de 2007. Eso me chocó. Cuando volví a Buenos Aires me em- pecé a interesar, y lentamente fui entendiendo algo. Ya estando aquí, ¿eh? Yo soy un conver- tido en esto. Y ahí entendí más. Y de alguna manera me di cuenta de que tenía que hacer algo y ahí me vino la idea de escribir algo co- mo magisterio porque la Iglesia delante de es- to... así como yo era, como decimos en Argen- tina, un salame que no entendía nada de esto, hay tanta gente de buena voluntad que no en- tiende... Entonces, dar unas catequesis sobre esto. Convoqué a un grupo de científicos que me expusieran los problemas reales, no las hi- pótesis, lo real. Me hicieron un lindo catálogo y con razón. Se lo pasé a teólogos que refle- xionaron sobre eso. Y así se fue gestando ‘Laudato si’.
Una anécdota linda: cuando fui a Estrasbur- go, el presidente Hollande mandó a recibirme y a despedirme a la ministra del Ambiente, que en aquel momento era la señora Ségolène Royal. Y en la conversación que tuve con ella, me dijo “¿Es verdad que usted está escribien- do algo?”, la ministra del Ambiente entendía.
Y yo le dije: “Sí, estoy en esto”. “Por favor, pu- blíquelo antes de [la cumbre de] París porque necesitamos apoyos”. Volví de Estrasburgo y aceleré. Y salió antes del encuentro de París. Que el encuentro de París para mí fue el sum- mum en tomar conciencia mundial. ¿Después qué pasó? Entró el miedo. Y, lentamente, en los encuentros posteriores fueron retrocedien- do. Espero que Glasgow ahora levante un po- co la mira y nos ponga más en línea.
¿Pero estará Su Santidad?
Sí, en principio el programa es que vaya. Todo depende de cómo me sienta en ese momento. Pero, de hecho, ya se está preparando mi dis- curso, y el programa es estar.
Hablemos de China si le parece, Santidad... Dentro de sus propias filas hay quienes insisten en que no debería renovar el acuerdo que el Vaticano ha firmado con ese país porque pone en peligro su autoridad moral. ¿Tiene la sensación de que hay mucha gente queriéndole marcar el camino al Papa?
Yo también cuando era laico raso y cura me encantaba marcarle el camino al obispo, es una tentación hasta yo diría lícita si se hace con buena voluntad. Lo de China no es fácil, pero yo estoy convencido de que no se debe renunciar al diálogo. Te pueden engañar en el diálogo, puedes equivocarte, todo eso... pero es el camino. La cerrazón nunca es camino. Lo que se ha logrado hasta ahora en China fue al menos dialogar... alguna cosa concreta co- mo nombramiento de nuevos obispos, lenta- mente... Pero también son pasos que pueden ser cuestionables y los resultados por un lado o por el otro. Para mí la figura clave de todo esto y que me ayuda y me inspira es el carde- nal Casaroli. Casaroli fue el hombre al que Juan XXIII le encargó tender puentes con Cen- troeuropa. Hay un libro muy lindo, 'El marti- rio de la Paciencia', donde él cuenta un poco sus experiencias allí. O se cuentan las expe- riencias de él, el que compiló todo. Y era pasi- to pequeño tras pasito pequeño, creando puentes. A veces teniendo que dialogar al aire libre o con la canilla abierta en momentos di- fíciles. Lentamente, lentamente, fue logrando reservas de las relaciones diplomáticas que en el fondo suponían nombramiento de nuevos obispos y cuidado del pueblo fiel de Dios. Hoy en día, de alguna manera tenemos que seguir esos caminos de diálogo pasito a pasito
Un momento de la visita del Papa Francisco a Edith Bruck (20 de febrero de 2021)
en las situaciones más conflictivas. Mi expe- riencia en el diálogo con el Islam, por ejem- plo, con el Gran Imán de Al-Tayeb fue muy positiva en esto, y se lo agradezco mucho. Fue como el germen de 'Fratelli Tutti' después. Pe- ro dialogar, dialogar siempre o estar dispues- tos a dialogar. Hay una cosa muy linda. La úl- tima vez que se encontró San Juan XXIII con Casaroli, le fue a informar por dónde iban las cosas... (Casaroli iba todos los fines de sema- na a un penal de menores. Creo que era Casal del Marmo, no estoy seguro. Y estaba con los chicos e iba de sotana como un cura. Nadie sabía... Algunos no sabían quién era)... Y cuando se despidieron y ya estaba en la puerta Casaroli, San Juan XXIII lo llamó y le dijo: “Eminencia, ¿sigue yendo donde aquellos muchachos?” “Sí, sí”. “No los deje nunca”. El testamento de un papa santo a un diplomáti- co muy capaz: seguí por este camino de la di- plomacia, pero no te olvides que sos cura, co- mo lo estás haciendo. Esto para mí es inspira- dor.
Santidad, en España se ha legalizado la eutanasia, en función de lo que llaman el “derecho a una muerte dig- na”. Pero eso es un silogismo falaz, porque la Iglesia no defiende el sufrimiento encarnizado, sino la dignidad hasta el final. ¿Hasta dónde el hombre tiene poder real sobre su vida? ¿Qué cree el Papa?
Situémonos. Estamos viviendo una cultura del descarte. Lo que no sirve se descarta. Los viejos son material descartable: molestan. No todos, pero vamos, en el inconsciente colecti- vo de la cultura del descarte, los viejos... los enfermos más terminales, también; los chicos no queridos, también, y se los manda al remi- tente antes de que nazcan... O sea, hay una cultura...
Después, miremos las periferias, pensemos en las grandes periferias asiáticas, por ejemplo, para irnos lejos y no pensar que uno está ha- blando de cosas de acá. El descarte de pueblos enteros. Piense en los rohingyas, descartados, gitaneando por el mundo. Pobrecitos. O sea, se descartan. No sirven, no van, no sirven.
 















































































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