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  ANGELUS DOMINICAL Por P. EDUARDO LOZANO
OPINIÓN / [email protected]
en el más allá, sino al esfuerzo constante y creciente por la paz y la justicia en el más acá; se refiere al proceso irrefutable e inacabable que nos conduzca a la fra- ternidad y la atención del más débil en el aquí y ahora; se refiere siempre a la voluntad salvadora de Dios en medio de la humanidad tan expuesta a los errores y a los horrores en cada época de la his- toria... CON FECHA DEL 8 de septiembre (apenas hace unos días) los Obispos de México han publicado un mensaje que te conmino a leer con esperanza y con- suelo (-¡Hey, así se llaman mis tías!, -Es- pera que te explique, por favor) y que nos ha de alentar a seguir buscando los valores del Reino de los Cielos... GRACIAS A LA ESPERANZA sabemos que Dios cum- plirá siempre su voluntad salvadora, a pesar de nuestros errores; gracias al consuelo nos vemos fortalecidos ante las adversidades naturales y ante nues- tros horrores artificiales; de ahí que la lectura de tal documento nos podrá dar pauta para seguir buscando aciertos, para ir detrás de ideales, para seguir fomen- tado valores, para no quedarnos achico- palados, para no pensar que el mal tiene la última palabra, para ver que en el futuro (y también en el presente) la vida y luz vencen siempre a la muerte y la oscuridad...
         ES MUY CIERTO QUE desde que el hombre es hombre y el mundo es mundo, he- rrores y orrores tienen cabida en cada lugar donde nos paramos aunque sea sólo para asomarnos unos instantes; también es cierto que los aciertos y be- llezas nos acompañan a donde vamos, pero no suelen hacer tanto ruido ni cau- sar tanta incomodidad... SI AHORA MISMO puedes leer cuanto escribo, y cuentas -¡por supuesto!- con la posibilidad de respaldar o rechazar, de analizar y criticar cuanto comento, también es resultado de una larga cadena de esfuerzos que llevaron a la victoria y de fracasos que favorecieron la corrección... PERO CUANDO TALES victorias nos condujeron a la so- berbia y cuando equivocadamente nos empantanamos en nuestros fracasos, seguramente empezamos a despreciar a los demás y a verles cara de culpables de las propias pifias; seguimos imagi- nando que por comer un fruto prohibido seremos como dioses y que matando al hermano se acabarán nuestras frustra- ciones... TRES PÁRRAFOS ESCRITOS y en ellos notarás que sigo asombrado y es- pantado, medio filosófico y medio ato- londrado; atribuyo la causa de mis desvaríos a lo agitado y especial de acontecimientos recientes: de seísmos inesperados a terremotos políticos pre- visibles, de riadas de temporal alterado a encharcamientos ideológicos progra- mados, de triquiñuelas jurídicas habi- tuales a efugios y amaños consuetudinarios de la hacienda pública, ¡uf !... ERRORES Y HORRORES, lo mismo que triunfos y aciertos nos acompañarán todos los días de la vida, el detalle está en que ni nos dejemos espantar con el petate del muerto (finalmente ya se mu- rió), ni nos vayamos con la finta de que “no pasa nada, yo me lo sé”... DIRÉ ALGO QUE tal vez suene exagerado pero sí lo
es: las metidas de pata que tenían los cavernícolas les costó la vida a los ca- vernícolas que la metieron (y dígase lo contrario de sus aciertos), pero los tras- piés y barbaridades que cometemos los civilizados afectan más allá de lo indivi- dual, y ya no sólo se escriben con ma- yúsculas, ¡son necesarias cursivas, comillas, negritas y casi hasta les dedi- camos un óscar para subrayar su crasi- tud!... ME UNO A LA PENA de quienes perdieron a sus familiares en las inun- daciones de la semana pasada (aquí y en cualquier punto del orbe), pero tam- bién me uno a la exigencia de seguir trabajando para que cada cual haga lo que está a su alcance de modo que se puedan prever y evitar situaciones la- mentables... QUIERO IMAGINAR lo que sería de nuestro mundo si cada vez que al- guien compra un nuevo celular también plantara un árbol; o si cada vez que al- guien se beneficia de un hospital (público o privado, da lo mismo) de algún modo favoreciera la producción-distribu- ción-aplicación de vacunas contra la malaria; o si cada vez que alguien ad- quiere una mascota también provee de alimento a un niño indígena... CUANDO JESÚS HABLA del Reino de los cielos -en la diversidad de parábolas- jamás se refiere a un estado de gozo imperturbable
“Gracias a la esperanza sabemos que Dios cumplirá siempre su voluntad salvadora a pesar de nuestros errores”.
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desdelafe.oficial desdelafe DesdelaFeOficial 5 de septiembre de 2021 13



























































































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