Page 28 - Impreso

página 6 L’OSSERVATORE ROMANO domingo 15 de agosto de 2021 Una reflexión del cardenal secretario de Estado sobre la ecología integral En la creación todo está relacionado
NICOLA GORI
La «centralidad de la persona humana» es el «punto fundamental» en torno al cual se desarrolla la ecología integral y de la que deriva la necesidad de «pro- mover la cultura del cuidado». Una te- mática que se encuentra a menudo en la encíclica Fratelli tutti y que exhorta a cam- biar de ruta respecto a la cultura del descarte y a la «pandemia de la indife- rencia». Este es uno de los puntos clave sobre los que se centra la reflexión que el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, ofreció reciente-
mente en la lectio magistra-
lis que realizó en el pri-
mer festival de la ecolo-
gía integral, que tuvo lu-
gar en Montefiascone,
promovido por la asocia-
ción Rocca dei Papi sobre
el tema «En la creación
todo está relacionado: re-
descubrir los vínculos».
La pandemia del Covid-
19, como recordó el pur-
purado, ha desencadena-
do grandes “crisis” a ni-
vel no solo sanitario sino
también ambiental, ali-
menticio, económico y
social. Crisis, señaló, en-
tre ellas «fuertemente in-
terconectadas y presagio
de una “tormenta perfecta”», capaz de romper los “vínculos” que «envuelven a la sociedad dentro del don precioso de la creación». Por otro lado, la pandemia ha puesto frente a la «fragilidad de cria- turas finitas», refiriéndose a la importan- cia fundamental de los conceptos de «vínculo» y «relación».
A la luz del valor de la fraternidad, su- brayó el cardenal, la ecología integral asume unos «rasgos todavía más concre- tos frente a las interconexiones que en- vuelven nuestro planeta y hacen más
fuerte la conciencia de la unidad y del compartir de un destino común que pide cuidar los unos de los otros, consolidan- do, precisamente el vínculo que hace el Amor». Se trata, precisó, de una actitud que, lamentablemente, «a menudo es desmentida por los hechos, que ven un mundo caracterizado por esa “globaliza- ción de la indiferencia”, a la cual mu- chos se han, en un cierto sentido, “afi- cionado”». Basta pensar, entre otras co- sas, «en las graves y difundidas lesiones de los derechos humanos fundamentales, en el trágico fenómeno del tráfico de los
una mentalidad egoísta del descarte». Esto lleva a «no considerar las conse- cuencias de las propias acciones que pueden tener importantes repercusiones no solo hacia la generación presente sino también respecto a las generaciones fu- turas». Se puede decir, en resumen, que la cultura del descarte está fuertemente vinculada a la «pandemia de la indife- rencia».
Por otro lado, la felicidad depende «de las relaciones humanas, de nuestra rela- ción, de nuestros “vínculos” con la crea- ción, con el prójimo, ya sea cercano o le-
jano en el espacio, con no- sotros mismos y con el Creador». Estos vínculos, aclaró Parolin, «pueden ser fortificados solo a través del Amor y por tanto a través de una actitud res- ponsable de “cuidado”, que se manifiesta también en lo relacionado con nuestra casa común». Na- turalmente, la referencia re- cuerda otro concepto-guía del magisterio del Papa Francisco: el de «fraterni- dad».
El debilitamiento de los la- zos sociales, en efecto, po- ne de relieve que «es nece- sario volver a la verdadera raíz de la fraternidad». Y
aquí entra en juego «el vínculo que hace el Amor», que por tanto se «consolida con la puesta en práctica de la “ecología integral” y se fundamenta en el valor de la fraternidad».
En esta perspectiva, hizo notar el carde- nal, es necesario por tanto «ir a los fun- damentos antropológicos que guían nuestra sociedad, demasiado a menudo caracterizados por lógicas erróneas». En la Laudato si’ a menudo se hace referencia a «un antropocentrismo despótico y des- viado; un antropocentrismo autorreferen-
seres humanos, en las guerras hechas de enfrentamientos armados, pero también realizadas en campo económico y social, a menudo en detrimento de los más dé- biles, en la creciente degradación am- biental».
Son muchas, prosiguió el purpurado, las situaciones «de desigualdad, pobreza e injusticia, que indican no solo una pro- funda falta de fraternidad, sino también el predominio de formas de individualis- mo y consumismo que sin duda debili- tan los “vínculos” sociales y alimentan