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21 de julio de 2024 www.desdelafe.mx
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y una alegría inexplicables”.
Después esto, Mercedes habló con su
director y les escribió a las madres del con-
vento de Mansión de Paz, para poder ir a
vivir unos días con ellas. “Pasé un fin de
semana y sentí que era mi sitio, y que ellas
iban a ser mi familia”.
Ahora Mercedes ya es Novicia, y han
pasado dos años desde que entró como
Postulante al convento. Sigue preparándose
cada día para una vida de oración y servicio,
habiendo dejado ya atrás su carrera médica
para dedicarse completamente a Dios.
Mercedes agradece profundamente a los
Hogares de Santa María y pide oraciones
por sus padres. “Me quieren un montón y
me están apoyando muchísimo”, dice.
Con una firme confianza en su camino,
Mercedes busca seguir el llamado del Se-
ñor con esperanza y dedicación en su vida
sencilla, pero ajetreada dentro del con-
vento. “No tengo aspiraciones personales,
sólo la vocación de ser santa y salvar mu-
chas almas”.
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SECCIÓN
ENCUENTROS
Por Enrique Vidal
revistaencuentros.com.mx
Mercedes Khartabil, una joven
española de 29 años, estudió
Medicina y se especializó en
Nefrología. Una especialidad
médica que disfrutaba muchísimo. Pero su
vida dio un giro cuando experimentó una
gran transformación personal. Criada en una
familia donde la fe era muy importante, es-
pecialmente por parte de su madre y su
abuela, Mercedes se empapó de enseñanzas
fundamentales y de valores enraizados en
la fe. Su relación personal con Cristo se for-
taleció de manera inesperada durante la
Jornada Mundial de la Juventud 2016.
EL CAMINO DE LA DUDA Y LA BÚSQUEDA
Durante la primera y única Javierada -pe-
regrinación que se realiza al Castillo de
Javier (Navarra) en honor a san Francisco
de Javier- que asistió, tuvo un encuentro
significativo con las Carmelitas del Car-
melo de Mansión de Paz.
“Hablé en privado con ellas y confesé
que tenía muchas dudas con mi vocación”,
relata. Las monjas la tranquilizaron, dicién-
dole que el Señor le haría saber su camino
de forma clara.
“Durante todo ese año, todos los días en
la oración y en la Misa, le preguntaba insis-
tentemente al Señor que me mostrara cuál
De médico
a monja de
clausura
era mi camino” (…) “Cada vez que iba a la
iglesia, en silencio, delante del Sagrario, sen-
tía que el Señor me decía ‘Te quiero sólo
para mí’. Esto me agobiaba muchísimo”.
Mercedes recuerda estar en la capilla y
llorar cada vez que rezaba, sintiendo la ago-
biante petición del Señor. Llegó un punto
en el que, estando en la iglesia, llorando, le
dijo al Señor: “Cállate ya”. Se sintió muy triste,
con un vacío que no sabía explicar.
“TE QUIERO SOLO PARA MÍ”
Por esas angustias, fue que asistió a unos
Ejercicios Espirituales. El sacerdote que los
dirigía les dijo que, si no estaban sintiendo
agitación espiritual, no lo estaban haciendo
bien. “Me di cuenta de que le estaba ponien-
do condiciones a Dios”, afirma Mercedes.
Frente al Sagrario, nuevamente le dijo al
Señor que podía hablar, que ella le iba a
escuchar. Inmediatamente sintió de nuevo
el “Te quiero solo para mí”, pero muy fuerte.
Le dijo al Señor que haría lo que quisiera.
“En cuanto le dije que sí, me vino una paz
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LEYENDO ÉSTA Y OTRAS
ENTREVISTAS EN:
María Olguín entendió
que la adversidad ponía a
prueba los dones que el
Señor le había regalado.