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El legado de Fray Gabriel
Desde el inicio de su vida religiosa con los benedictinos, este artista destacó por desplegar su potencial de diversas formas.
Artes aplicadas
En su juventud fundó los Talleres Monásticos, donde elaboraban arte- sanía religiosa contem- poránea con un diseño que le valió recono- cimiento internacional.
Vitrales
Otra faceta poco co- nocida del artesano de Dios. De su autoría son los vitrales que em- bellecen la Abadía del Tepeyac y la Parroquia de la Aparecida.
Cuadros
También destaca como pintor. Son suyos el cuadro de la Sagrada Familia en la Parroquia de Capuchinas y varios lienzos en la Capilla de Indios, en La Villa.
Tipografía
Esta frase está escrita en Basílica de Guada- lupe. La fuente tipográ- fica es de su autoría
y también se usa en otras señalizaciones del santuario mariano.
Ornamentos
Diseñó ornamentos litúrgicos, entre ellos una colección para la Catedral de Cuernava- ca. Con su asesoría, los monjes de la abadía continúan esta labor.
Fray Gabriel Chá-
vez de la Mora nació
en Guadalajara en
1929, en una familia
católica formada por
cinco hijos, tres de los
cuales siguieron el
camino de la vida re-
ligiosa. La arquitectura
fue su primer llamado,
por lo que en 1955 fue
el primer egresado de
la escuela de Arqui-
tectura de la Univer-
sidad de Guadalajara
(UDG). Apenas salió,
entró al Monasterio
Benedictino de Santa María de la Resu- rrección, en Cuernavaca.
Su primera obra fue la restauración de la Capilla del Monasterio de Santa María de la Resurrección en Ahuacatitlán, More- los, que hasta la fecha recuerda como su encargo más querido. Y entre sus trabajos más destacados están la Abadía del Tepe- yac, el acondicionamiento litúrgico de la Basílica de Guadalupe y la Capilla de Nues- tra Señora de Guadalupe en el Vaticano.
El premio otorgado por el Gobierno Fe- deral y la Asociación de Ingenieros y Ar- quitectos de México lo recibirá próximamente en una ceremonia para la que aún no hay fecha de realización, y que estará encabezada por autoridades.
quien a pesar de su amor por el trabajo, tuvo que desacelerar la marcha. “La pan- demia nos cambió la vida, incluso a noso- tros en nuestra vida monástica, fuimos varios los contagiados de coronavirus, yo fui asintomático, pero otros no, entre ellos nuestro Abad Ricardo Tintos quien falleció”, comenta el monje artesano.
La cuarentena la vivió en una habitación de la casa que él mismo diseñó y constru- yó: la Abadía del Tepeyac. No obstante, ni el Covid-19 pudo frenar a Fray Gabriel, pues en todo momento estuvo acompañado de su lápiz y papel, sus compañeros de ar- quitectura en la vieja usanza, pero con la ayuda de la tecnología.
LA CRUZ MÁS ALTA DEL MUNDO
A sus 91 años, Fray Gabriel continúa tra- bajando, ahora labora en 11 proyectos entre obras de escultura, pintura y arquitectura, entre ellos destacan la que será la cruz más alta del mundo, llamada el “Memorial de la Misericordia”, y que se edifica en Monterrey. Además, labora en el diseño del vitral del Santuario de los Mártires, en Tla- quepaque, Jalisco.
De hecho, pese a la pandemia continuó supervisando estas obras de forma remota. Además, Recientemente salió a la venta el libro “Gabriel Chávez de la Mora, fraile + arquitecto”, que es una compilación de los 65 años de labor arquitectónica ininterrum- pida de este artista de Dios.
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El Premio Nacional de Arquitectura le será entregado próximamente en una ceremonia, la cual estará encabezada por autoridades del gobierno federal.
El artista logró unir su fe y su talento en distintas creaciones.
“Agradezco este reconocimiento, aunque muchos arquitectos destacados lo han re- cibido por vastas obras, creo no tener tantas ni tan destacadas, pero creo que se está reconociendo la significación de arquitec- tura religiosa y estos trabajos que he ejer- cido que son parte del movimiento de arquitectura tapatía: simple, sencilla, ver- dadera, económica y austera”.
EL PAPEL Y EL LÁPIZ LO ACOMPAÑAN
En los primeros meses del brote de Co- vid-19 en México, algunos frailes del mo- nasterio benedictino fueron diagnosticados con la enfermedad, entre ellos Fray Gabriel,