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¿Qué es el PIN Parental?

25 junio, 2020
En los últimos días escuchamos en las noticias que en diversos congresos estatales se discute el tema del PIN Parental, pero ¿qué es eso? El Pin Parental es una herramienta escolar surgida en España, mediante la cual, por escrito, los padres de familia pueden solicitar al director de la escuela (pública o privada) que sus hijos no tomen parte de alguna clase específica, sobre todo en materia de educación sexual. Esta medida genera polémica, pues hay quienes creen que llevarla a cabo, eliminará contenidos importantes que deben aprender los niños y que sus padres no hablarán con ellos sobre los temas de sexualidad. Te puede interesar: La violencia familiar es pecado y no es justificable En nuestro país, el artículo 3o. de la Constitución, habla del derecho que tenemos todos los mexicanos para recibir una educación. En este artículo también se delimitan los criterios rectores que la educación que imparta el Estado debe tener; por ejemplo, debe ser fundamentada en la ciencia y evitar los prejuicios. Sin embargo, no prohíbe que los particulares o padres de familia puedan dotar de contenidos educativos a sus hijos de manera libre, más allá de lo que imparta el Estado como obligatorio. Otro debate que se tiene es sobre el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, pues mientras que en otros países la Constitución consagra ese derecho humano, en México no se menciona en la Carta Magna, y esto derivó en interpretaciones erróneas de que sólo el Estado es quien decide cómo educar a los niños, ajeno a lo que decidan los padres sobre sus hijos. No debemos poner en duda que los padres de familia son los primeros obligados a educar a sus hijos, antes que el Estado. Y son los padres de familia quienes pueden formar a sus hijos en un conjunto de valores culturales de conformidad con su familia o comunidad. Tampoco debemos poner en duda que corresponde al Estado cuidar del orden social, y esto implica, supervisar que los valores culturales de una comunidad no atropellen los derechos humanos de cualquier otra persona. Teniendo en cuenta estos valores, podríamos aplicar la frase que Nuestro Señor dijo públicamente: “Dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Lc 20:25). Corresponde a los padres de familia la protección, guía y formación básica de sus hijos, y corresponde al Estado la vigilancia y protección de los derechos humanos de todos. Así pues, es posible transitar con medidas como el PIN Parental, en la que los padres de familia deciden que algunos contenidos delicados prefieren hablarlos directo con sus hijos y no dejarle al Estado esa responsabilidad. El Estado puede seguir educando en materia de sexualidad de manera general biológica, tomando en cuenta el artículo 3o. Constitucional, promoviendo el respeto y los no prejuicios, y eso incluye no generar prejuicio alguno contra las religiones, dejando preferentemente a los padres de familia la formación moral para el correcto uso de la sexualidad de los hijos. Ante los niveles alarmantes de enfermedades de transmisión sexual, embarazos adolescentes, violencia sexual, etcétera, no perdería el Estado nada con compartir con los padres de familia esa responsabilidad formativa. *Jesus Valdez de los Santos es Coordinador de la Comisión de Vida de la Arquidiócesis Primada de México. Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe. ¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx  o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775

En los últimos días escuchamos en las noticias que en diversos congresos estatales se discute el tema del PIN Parental, pero ¿qué es eso?

El Pin Parental es una herramienta escolar surgida en España, mediante la cual, por escrito, los padres de familia pueden solicitar al director de la escuela (pública o privada) que sus hijos no tomen parte de alguna clase específica, sobre todo en materia de educación sexual.

Esta medida genera polémica, pues hay quienes creen que llevarla a cabo, eliminará contenidos importantes que deben aprender los niños y que sus padres no hablarán con ellos sobre los temas de sexualidad.

Te puede interesar: La violencia familiar es pecado y no es justificable

En nuestro país, el artículo 3o. de la Constitución, habla del derecho que tenemos todos los mexicanos para recibir una educación. En este artículo también se delimitan los criterios rectores que la educación que imparta el Estado debe tener; por ejemplo, debe ser fundamentada en la ciencia y evitar los prejuicios.

Sin embargo, no prohíbe que los particulares o padres de familia puedan dotar de contenidos educativos a sus hijos de manera libre, más allá de lo que imparta el Estado como obligatorio.

Otro debate que se tiene es sobre el derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, pues mientras que en otros países la Constitución consagra ese derecho humano, en México no se menciona en la Carta Magna, y esto derivó en interpretaciones erróneas de que sólo el Estado es quien decide cómo educar a los niños, ajeno a lo que decidan los padres sobre sus hijos.

No debemos poner en duda que los padres de familia son los primeros obligados a educar a sus hijos, antes que el Estado. Y son los padres de familia quienes pueden formar a sus hijos en un conjunto de valores culturales de conformidad con su familia o comunidad.

Tampoco debemos poner en duda que corresponde al Estado cuidar del orden social, y esto implica, supervisar que los valores culturales de una comunidad no atropellen los derechos humanos de cualquier otra persona.



Teniendo en cuenta estos valores, podríamos aplicar la frase que Nuestro Señor dijo públicamente: “Dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Lc 20:25). Corresponde a los padres de familia la protección, guía y formación básica de sus hijos, y corresponde al Estado la vigilancia y protección de los derechos humanos de todos.

Así pues, es posible transitar con medidas como el PIN Parental, en la que los padres de familia deciden que algunos contenidos delicados prefieren hablarlos directo con sus hijos y no dejarle al Estado esa responsabilidad.

El Estado puede seguir educando en materia de sexualidad de manera general biológica, tomando en cuenta el artículo 3o. Constitucional, promoviendo el respeto y los no prejuicios, y eso incluye no generar prejuicio alguno contra las religiones, dejando preferentemente a los padres de familia la formación moral para el correcto uso de la sexualidad de los hijos.

Ante los niveles alarmantes de enfermedades de transmisión sexual, embarazos adolescentes, violencia sexual, etcétera, no perdería el Estado nada con compartir con los padres de familia esa responsabilidad formativa.

*Jesus Valdez de los Santos es Coordinador de la Comisión de Vida de la Arquidiócesis Primada de México.

Los textos de nuestra sección de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.

¿Ya conoces nuestra revista semanal? Al adquirir un ejemplar o suscribirte nos ayudas a continuar nuestra labor evangelizadora en este periodo de crisis. Visita revista.desdelafe.mx  o envía un WhatsApp al +52 55-7347-0775





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