¿Qué es una Puerta Santa y por qué el Papa la instalará en una cárcel?

En las Sagradas Escrituras, Jesús se presenta a sí mismo como una “puerta” de salvación (cf. Jn 10,7.9). Y la Iglesia tiene la misión de anunciarlo siempre en todas partes y a todos como “nuestra esperanza”.
Por esta razón, desde hace siglos los papas mantienen la tradición de abrir una puerta santa. Se trata de un signo de especial indulgencia que abre el corazón de Dios al perdón de quienes buscan su misericordia.

Estas puertas no se abren en todo momento, sino cuando se establece en torno a un Jubileo como el que se realizará en el año 2025 por decisión del Papa Francisco.

Explica el pontífice que se abrirá de par en par la Puerta Santa una vez más para ofrecer “la experiencia viva del amor de Dios, que suscita en el corazón la esperanza cierta de la salvación en Cristo”.

Además, el venidero Año Santo orientará el camino hacia otro aniversario fundamental para todos los cristianos: “En el 2033 se celebrarán los dos mil años de la Redención realizada por medio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús”.

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¿Dónde y cuándo se abrirá una Puerta Santa?

Concretamente y por disposición del Papa, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, a partir del 24 de diciembre del correspondiente año 2024, dando inicio así al Jubileo ordinario.

El domingo sucesivo, el 29 de diciembre de 2024, se abrirá la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán, que el 9 de noviembre de este año celebrará los 1700 años de su dedicación.

Más tarde, ya estrenado el año nuevo, el 1 de enero de 2025, en el marco de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de Santa María la Mayor.

Este itinerario de apertura concluirá el domingo 5 de enero, cuando está previsto que se abra la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pablo extramuros.

¿Cuándo serán cerradas? De acuerdo con la información oficial, “estas últimas tres Puertas Santas se cerrarán el domingo 28 de diciembre del mismo año”.

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Eucaristías de apertura en todo el planeta

En la Bula de Convocación del Jubileo Ordinario de 2025, titulada Spes non confundit, el Papa establece que el domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebrarán una Eucaristía como apertura solemne del Año jubilar.

Para ello, se basarán en el ritual que se preparará para la ocasión. De igual forma, pide que la peregrinación desde una iglesia elegida hacia la catedral, “sea el signo del camino de esperanza que, iluminado por la Palabra de Dios, une a los creyentes”.

Espera que se lean pasajes del documento vaticano y que se anuncie al pueblo la indulgencia jubilar, la cual podrá obtenerse de acuerdo con las prescripciones contenidas en el Ritual para la celebración del Jubileo en las Iglesias particulares.

Durante el Año Santo, que en esos templos finalizará el domingo 28 de diciembre de 2025, “ha de procurarse que el Pueblo de Dios acoja, con plena participación, tanto el anuncio de esperanza de la gracia de Dios como los signos que atestiguan su eficacia”.

La Puerta Santa en una cárcel

El Jubileo ordinario se clausurará con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pedro en el Vaticano el 6 de enero de 2026, Epifanía del Señor.

Por otra parte, el Santo Padre anuncia que “para ofrecer a los presos un signo concreto de cercanía”, desea abrir él mismo “una Puerta Santa se abrirá en una cárcel, a fin de que sea para ellos un símbolo que invita a mirar al futuro con esperanza y con un renovado compromiso de vida”.

Finalmente, pide a Dios que la comunidad cristiana “esté siempre dispuesta a defender el derecho de los más débiles” y que “generosamente abra de par en par sus acogedoras puertas, para que a nadie le falte nunca la esperanza de una vida mejor”.

Símbolo de perdón y de esperanza

La puerta permanece abierta en todo momento para el paso de los peregrinos. Con este gesto, no sólo se posibilita vivir plenamente la indulgencia ligada al Año Santo, sino también significar que el propio camino de conversión viene por el encuentro con Cristo, la “puerta” que nos une al Padre, recuerda el sitio del Jubileo 2025.

La Puerta Santa se abre únicamente durante años jubilares, tras lo cual “es sellada y no se vuelve a abrir hasta el siguiente año jubilar”.

En cuanto a la indulgencia, los lineamientos están establecidos en el documento denominado “Normas sobre la concesión de indulgencias”.

Y mientras dure el Año Santo 2025, también permanecerá en vigor cualquier otra concesión de indulgencia. Por ello, “en las condiciones habituales será posible obtenerla y aplicarla a las almas del purgatorio en forma de sufragio”.