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Convicciones

AMLO: La mentira como virtud

En el tipo de cristianismo que ‘profesa’ el presidente López Obrador, no existe el octavo mandamiento: no mentirás.

5 septiembre, 2022
AMLO: La mentira como virtud
Rubén Aguilar Valenzuela.
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Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

El presidente López Obrador de manera pública ha dicho que es cristiano, en las mañaneras ha citado la Biblia y se confiesa como admirador de Jesús.

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Uno de los Diez Mandamientos de los cristianos, el octavo, plantea que: “No darás falso testimonio ni mentirás”.

Se esperaría que alguien que se dice cristiano hiciera un esfuerzo consciente y decidido, por cumplir éste y los otros mandamientos.

Es público también que el presidente miente de manera abierta y sistemática. Diversas medios y organizaciones han mostrado sus mentiras.

Todos los días el presidente de manera abierta, pública y sistemática viola el octavo mandamiento.

Los spots, para anunciar su Cuarto Informe de Gobierno (en realidad es el 14 desde que llegó al poder), es una colección de mentiras.

Lo son también los spots de publicidad posteriores al informe. Estas dos series publicitarias son objeto de estudio. Es ejemplo acabado de una propaganda política en base a la mentira.

En el informe del pasado 1 de septiembre, el presidente dijo 173 informaciones falsas, engañosas o que no puede probar, según el despecho de consultoría SPIN.



Esta organización realiza un análisis diario de las afirmaciones falsas del presidente en sus comparecencias mañaneras. El promedio diario es de 86.

En el informe también hizo 120 afirmaciones no comprobables y 50 promesas de las cuales no hay certeza de que las pueda cumplir.

Animal Político ha hecho un análisis serio y consistente, con datos duros, de una parte de las mentiras que el presidente dijo en su informe.

Para el presidente, en el marco de su estrategia político-comunicacional, la mentira es fundamental, no se la ve como “pecado” sino como virtud.

La realidad está ahí y muestra todos los días el mundo que es, el que el presidente no acepta. Así, es través de la mentira que construye un mundo ideal supuesto resultado de la acción de su gobierno.

El mundo que prometió a los suyos, el México transformado en una nueva y magnífica realidad, claramente no existe. Es incuso peor a la que recibió.

La mentira y los falsos testimonios son el recurso que tiene, para inventar el México que ha sido incapaz de construir.

Le faltan dos años, para terminar su mandato. Hasta el último día seguirá mintiendo. En su cristianismo no existe el octavo mandamiento.




Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

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